En mis años de consulta, tanto en coaching de alto rendimiento como en sesiones astrológicas, he notado un patrón recurrente. Veo personas increíblemente talentosas, trabajadoras y con un potencial inmenso que, sin embargo, sienten una profunda sensación de estancamiento. Sienten que “empujan” constantemente la vida, que luchan por cada logro, y que la abundancia, ya sea en forma de dinero, amor o paz interior, siempre parece estar fuera de su alcance.
Si te resuena esta sensación, si sientes que vives en un estado de “casi” pero nunca de “plenitud”, quiero compartir contigo un concepto que cambió mi perspectiva y la de muchos de mis clientes: Shefa (שפע).
Quizás has oído hablar de la «ley de la atracción» o de «manifestar», pero el concepto de Shefa, proveniente de la sabiduría mística de la Kabbalah, es mucho más profundo. No se trata de atraer algo que está fuera de ti; se trata de recibir algo que ya está fluyendo hacia ti constantemente.
Shefa es una palabra hebrea que se traduce como «flujo» o «abundancia». Es el «Río de la Abundancia» divino. Es la emanación constante de vitalidad, creatividad, prosperidad y bendiciones que fluye desde la Fuente infinita (el Ein Sof) hacia toda la creación, incluyéndote a ti.
El problema no es que el río no exista. El río siempre fluye. El problema es que, sin darnos cuenta, hemos construido presas.
¿Qué es Exactamente «Shefa»? Más Allá del Dinero
El primer y más grande error que cometemos en nuestra cultura moderna es equiparar la abundancia exclusivamente con el dinero. Pensamos que ser abundante es tener una cuenta bancaria abultada, una casa grande o el último coche. Y aunque la prosperidad material es, sin duda, una parte del Shefa, es solo una pequeña rama de un río inmenso.
El verdadero Shefa es la totalidad del flujo divino. Es:
- Vitalidad y Salud: Despertar sintiéndote lleno de energía.
- Creatividad e Ideas: Ese momento «eureka» en la ducha.
- Amor y Conexión: La capacidad de dar y recibir amor auténtico.
- Propósito y Claridad: Saber por qué te levantas cada mañana.
- Paz y Bienestar: La sensación de estar a salvo y en tu centro.
- Sincronicidad y Oportunidades: Estar en el lugar correcto en el momento adecuado.
Cuando nos obsesionamos solo con el dinero, es como si fuéramos a un río majestuoso e intentáramos recoger agua únicamente con un dedal. Nos perdemos de la inmensidad de lo que se nos ofrece. La Kabbalah nos enseña que el Shefa lo permea todo; es la fuerza vital que anima al universo. La pregunta no es cómo crear abundancia, sino cómo alinearnos con el flujo que ya existe.
El Error Más Común: Confundir la Abundancia con la Acumulación
Vivimos en la cultura del «hustle», del esfuerzo constante. Nos han enseñado que debemos trabajar hasta el agotamiento para «merecer» la abundancia. Tratamos de construir un dique para acumular la mayor cantidad de agua posible.
Pero el Shefa no es un lago estancado; es un río que fluye. Su naturaleza es el movimiento.
Cuando operamos desde el miedo (miedo a no tener suficiente, miedo a perder lo que tenemos), intentamos acumular. Nos aferramos al dinero, al tiempo, al amor. Y paradójicamente, en el momento en que intentamos represar el río, este deja de fluir. El agua acumulada se estanca, se pudre. En la vida real, esto se manifiesta como ansiedad, agotamiento y una sensación de escasez, sin importar cuánto tengamos guardado.
La verdadera abundancia no se mide por cuánto puedes guardar, sino por cuánto puede fluir a través de ti. Eres un canal, no un contenedor.
Shefa y la Astrología: ¿Dónde Vemos el Flujo en tu Carta Natal?
Como astrólogo, siempre busco la correspondencia entre estos conceptos espirituales profundos y el mapa del alma: la carta natal. El Shefa no es un concepto abstracto; tiene coordenadas claras en tu diseño cósmico.
Júpiter: La Fuente de tu Río
Júpiter es el gran benefactor, el planeta de la expansión, la fe y la abundancia. El signo y la casa donde tienes a Júpiter en tu carta natal revelan la fuente principal de tu Shefa. Muestra dónde el universo quiere bendecirte generosamente y dónde tu fe natural es más fuerte. Si Júpiter está en la Casa 10, tu abundancia fluye a través de tu carrera y vocación pública. Si está en la Casa 4, fluye a través de tu hogar, tu familia y tu seguridad emocional.
Venus: Tu Capacidad de Recibir
Si Júpiter es el río, Venus es tu capacidad de disfrutarlo. Venus rige lo que valoramos, nuestro merecimiento y nuestra receptividad. Muchas personas tienen un Júpiter fuerte, pero una Venus tensa o bloqueada. Esto significa que el río fluye, pero han cerrado las compuertas. No se sienten dignos de recibir, les cuesta aceptar ayuda o disfrutar del placer sin culpa. Para recibir el Shefa, debemos sanar nuestra Venus.
Astrocartografía: Encontrando tu Lugar en el Flujo
Aquí es donde mi trabajo con la astrocartografía se vuelve esencial. A veces, simplemente estamos en el lugar geográfico equivocado para nuestro diseño. Moverte a una línea de Júpiter puede sentir como si, de repente, todas las puertas se abrieran y el río comenzara a fluir sin esfuerzo. Moverte a una línea de Venus puede sanar tu autoestima y abrirte a recibir amor y prosperidad. Tu ubicación física impacta directamente tu capacidad de conectarte con el Shefa.
Los Bloqueos del Río: ¿Por Qué No Siento la Abundancia?
Si el Shefa fluye para todos, ¿por qué tantos nos sentimos en sequía? La respuesta está en nuestras «presas» internas, que en la Kabbalah se conocen como Klipot (cáscaras).
1. Creencias Limitantes (El «Klipot» Mental)
Estas son las presas más comunes. Son las historias que nos contamos y que hemos absorbido de nuestra familia y sociedad:
- «El dinero es la raíz de todos los males».
- «No soy lo suficientemente bueno/inteligente/talentoso».
- «Para ganar mucho, hay que sacrificarse y sufrir».
- «Si yo tengo mucho, le estoy quitando a otro». (La falacia de la escasez).
Cada vez que afirmas una de estas creencias, estás poniendo otra piedra en tu presa.
2. El Miedo a Recibir (Venus Bloqueado)
Muchos de nosotros somos excelentes dadores, pero pésimos receptores. ¿Te sientes incómodo cuando alguien te hace un cumplido? ¿Te cuesta pedir ayuda? ¿Sientes culpa al gastar dinero en ti mismo? Recibir nos hace sentir vulnerables. Preferimos la sensación de control que nos da el «dar». Pero el río necesita ambas orillas: dar (emanar) y recibir (receptar).
3. Desconexión del Propósito (Tu «Tikún»)
El Shefa fluye con más fuerza cuando estamos alineados con nuestro Tikún, o nuestro propósito de alma. Cuando haces el trabajo para el que tu alma fue diseñada (algo que tu carta natal revela), entras en un estado de flujo. El universo te apoya porque estás cumpliendo tu parte del plan divino. Cuando estás en un trabajo o una situación que drena tu alma, estás nadando contra la corriente del río. Requiere un esfuerzo inmenso y te sientes perpetuamente agotado.
5 Prácticas Diarias para Abrir las Compuertas del Shefa
Conectar con el Shefa no es un acto mágico de una sola vez; es un conjunto de prácticas diarias que disuelven las presas, piedra por piedra.
1. La Gratitud como Vasija (Kli):
En la Kabbalah, la gratitud no es solo ser educado; es el acto de crear el «Kli» o la vasija para recibir. La queja contrae tu vasija; la gratitud la expande. Al agradecer lo que ya tienes, por pequeño que sea (el café caliente, una llamada de un amigo, el sol), le estás diciendo al universo: «Estoy abierto y listo para recibir más».
2. El Diezmo Espiritual (Ma’aser):
El río debe fluir. Para asegurar que el Shefa siga llegando, debes convertirte en un canal activo. La tradición del «Ma’aser» (diezmo) nos enseña a dar un porcentaje (tradicionalmente el 10%) de lo que recibimos. Pero no se trata solo de dinero. Da tu tiempo, tu conocimiento, tu escucha activa. Cuando das desde un lugar de abundancia (no de obligación o miedo), mantienes el río en movimiento.
3. Bendecir en Lugar de Envidiar:
La envidia es uno de los bloqueos más potentes del Shefa. Cuando ves a alguien que tiene lo que tú deseas (éxito, amor, dinero) y sientes envidia, estás enviando el mensaje: «Eso no es para mí». La próxima vez que veas la abundancia de otro, practica la «bendición». Di mentalmente: «Qué maravilloso. Que tenga aún más». Al bendecir la abundancia ajena, te alineas con esa misma frecuencia.
4. Crear Espacio (El Vacío Fértil):
El Shefa no puede entrar en una vida que está abarrotada. No puedes recibir ideas nuevas si tu mente está llena de ruido. No puedes recibir nuevas oportunidades si tu agenda está repleta. Practica el crear «espacio vacío»: meditación, silencio, tiempo en la naturaleza sin hacer nada, ordenar tu casa (famoso decluttering). El universo adora el vacío y se apresura a llenarlo de abundancia.
5. Conectar con el Placer (Activar a Venus):
La abundancia es una vibración de gozo. Debemos reaprender a disfrutar. Haz cosas solo porque te dan placer, no porque sean «productivas». Come despacio y saborea tu comida. Escucha música que te haga vibrar. Baila. El placer es la oración que Venus entiende, y le indica al Shefa que tu canal está abierto.
La Abundancia como un Estilo de Vida, No un Destino
En mi trabajo de coaching y astrología, el mayor cambio que veo en una persona no es cuando «consigue» algo, sino cuando cambia su estado interno de perseguir a permitir.
El Shefa, el río de la abundancia, no es un destino al que llegas. Es el camino que decides caminar. Es un estado de confianza profunda en que el universo es inherentemente generoso y que tú eres digno de recibir ese flujo.
Hoy, el río está fluyendo para ti. Está en el aire que respiras, en la idea que te acaba de llegar, en la sonrisa de un extraño. Tu única tarea es quitar las piedras de tu propio camino y dejar que entre.
Si sientes que tus presas son muy grandes, que tus creencias están muy arraigadas o que no logras identificar dónde está tu flujo en tu propia vida, este es precisamente el trabajo que hacemos juntos. A veces, solo necesitamos un mapa (tu carta natal) y un guía que nos muestre dónde cavar.
Podemos explorar juntos dónde están tus líneas de Júpiter y Venus en el mundo, y qué bloqueos en tu carta natal están impidiendo que vivas en plenitud. Estás diseñado para la abundancia.
Con cariño,
Alejandro Herryman
«Alejandro Herryman es un experto en Astrología de Viajes y Astrocartografía, con más de 12 años de experiencia. Tras años de estudios y práctica, ha ayudado a innumerables personas a descubrir los mejores lugares para vivir, prosperar y encontrar el equilibrio en sus vidas. Con una carrera inicial como abogado y empresario, Alejandro decidió seguir su verdadera pasión por la astrología y el crecimiento personal. Hoy, comparte su conocimiento y experiencia para guiar a otros hacia los lugares que más favorecen su propósito de vida y bienestar.»